domingo, noviembre 7

"La venganza nos vuelve miserables, nos hace primitivos, nos aleja de nuestra verdadera dignidad, la venganza daña a quienes odiamos, seguramente, pero también daña muchas veces a quienes amamos, y aun peor, la llamada justicia por mano propia solo genera  caos y crueldad y separa con el infierno a la hora del juicio final, pero también se paga aca, en la tierra, en vida, nos vuelve todo lo que arrojamos, lo bueno y lo malo." Eso escuche hace poco, venganza, venganza, y mas venganza. Hubo un tiempo en el que tenia miedo a estar sola, a sentirme sola, porque había visto la soledad lo suficientemente cerca como para saber que dolía, realmente dolía. No hay nada mas despreciado que el dolor, ¿no? porque el dolor, valga la redundancia, duele, y sentirnos heridos nos desarma, nos vuelve débiles, o nos hace mas fuertes: y es ahí donde empieza el problema. Hacerte fuerte es NECESITAR sentirte bien, y ¿cuantos necesitamos sentirnos bien devolviendo lo que nos dieron?
No me gusta ser vengativa, pero cuando veo lluvia en un día soleado hago lo que sea para que por algún lado salga el sol, lo he hecho, pero ya no mas. La vida devuelve lo que damos, lo he comprobado, lo vi de cerca. Me sentí sola, y quería que otros también lo estuvieran, nada mas triste que eso, ¿no? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario